a

Donec quam felis, ultricies nec, pellentesque eu, pretium quis, sem nulla consequat. Aenean massa.

A LOS CHINOS LES GUSTA EL CHILE MEXICANO

A LOS CHINOS LES GUSTA EL CHILE MEXICANO

A LOS CHINOS LES GUSTA EL CHILE MEXICANO

De las cosas que más me enorgullece durante mis viajes por el mundo, es encontrar algo relacionado con México, mi país natal. Me he dado cuenta que México es muy popular por el mundo.

La gente se alegra mucho cuando les digo que soy Mexicano y siempre tienen comentarios lindos al respecto. Del mismo modo, a mi me da un gusto enorme encontrar algo relacionado con México en lugares tan lejanos de mi tierra natal.

Lo más común es encontrar restaurantes en ciudades grandes o capitales de los países que visito o las tradicionales cervezas coronas en algún bar o restaurante. Aunque se ha convertido algo común no deja de alegrarme.

“… Lo que acabo de vivir en una pequeña aldea China en la región del Tíbet me dejó boquiabierto…”

Pero lo que acabo de vivir en una pequeña aldea China en la región del Tíbet me dejó boquiabierto, mientras al tiempo que casi se me salen los ojos de asombro.

Viajamos en auto del Tíbet hacia la frontera con Nepal, por la región de los Himalayas, y después de varias horas de manejo y algo de hambre paramos a buscar algo de comer en una pequeña aldea.

El grupo de turistas éramos 11 personas de varias partes del mundo, y varios de ellos habían expresado tener hambre pues no habíamos desayunado al salir del campamento base del Everest donde habíamos dormido la noche anterior.

Te puede interesar: Adiós Nepal

Esa región de China es enorme, con paisajes tan espectaculares que roban el aliento, pero puedes viajar por horas antes de encontrar una población o aldea donde quizás haya alguna tienda o alguna fondita para comer algo.

Por eso al llegar a un pueblito o aldea como comúnmente les llama por acá, pedimos al guía del grupo buscar donde comer algo y de paso llegar a un baño.

“…Felices de saber que no continuaríamos el resto del viaje con la panza vacía caminamos a ver el hallazgo de Jeremy…”

Varios caminamos por la única calle del pueblo buscando algún restaurante o mínimo una tienda de abarrotes para comprar sodas o galletas o alguna fruta, pero nada.

Algunos compañeros se adentraron un poco más buscando tener más suerte. Pero era un pequeño poblado en medio de la nada con una sola calle y unas cuantas casas a los lados.

Era obvio que se trataba de una aldea de campesino chinos-tibetanos porque en los negocios que encontramos lo que más vendían era material o equipo para la agricultura.

Visita también: Postales de Valladolid, Yucatán

Por suerte uno de los compañeros que se atrevió a caminar un poco más encontró un restaurancito y nos hizo señas.

Felices de saber que no continuaríamos el resto del viaje con la panza vacía caminamos a ver el hallazgo de Jeremy, un academico de Orlando, Florida que también disfruta de las aventuras fuertes por lugares extraños como yo.

El sitio era pequeño y muy tradicional. Me pareció que lo había visto en alguna película de karate Chino en la que después de tanto golpe se metían a comer a un lugar como este. Gran parte del interior era de color rojo, símbolo del comunismos De este país asiático, hasta el techo estaba tapizado en ese color.

Nosotros nos sentamos en una de las mesas largas de madera que encontramos hacia el fondo, más hambrientos que interesados en conocer la calidad de su comida o incluso el higiene del lugar.

La mayoría pedimos sopa de noodles o espaguetis con vegetales, era lo que más resaltaba en el menú, y lo más popular que habíamos visto en otros restaurantes de esa región.

“…Cuando el preciado tesoro picante llegó a mis manos pensé, estos Chinos si saben lo que es bueno…”

Jeremy el académico de Orlando, al igual que yo, es un adicto a la comida picante, muy extraño para un “gringo”, él de inmediato preguntó por alguna salsa que le diera verdadero sabor a la comida.

La mesera trajo un envase de cristal de color rojo. Cuando Jeremy la probó soltó tremendo gesto de alegría, ya con la lengua de fuera, al sentir que la salsita picaba hasta en el alma.

No te vayas sin leer: Los milagros de Ararat

Pronto me la pasó. Yo estaba en una mesa de al lado, con Lupita, una amiga Mexicana que me acompaña en el viaje y otros amigos.

Cuando el preciado tesoro picante llegó a mis manos pensé, estos Chinos si saben lo que es bueno. Y pa’ luego es tarde le solté un par de cucharadas de salsa China endiablada a mi sopa de fideos.

Pero Lupita nos sacó a todos del engaño. La salsa no era china, era MEXICANA, o por lo menos eso decía el envase.

En su curiosidad por probar un poco de la ya famosa salsa picante que se estaba robando la atención de todos, Lupita tomó el pequeño frasco cuadrado de salsa para echarle a su también sopa de noodles con vegetales, cuando descubre, la típica caricatura de un mexicano en forma de chile con un sombrero charro sosteniendo un chile rojo en la mano y sacando la lengua de alegría.

“…Nos sentimos más mexicanos que nunca…”

Vaya sorpresa que nos hemos llevado. Todos soltamos la risa. Clyde un Australiano de unos 75 años se levantó emocionado a probar el ahora chile Mexicano aunque, Judy su esposa, le recordó que su estómago luego le cobraría el atrevimiento.

Pocas veces me he sentido tan orgulloso de mi tierra, Lupita al igual que yo también estaba emocionada y feliz.

Nos sentimos más mexicanos que nunca. Yo jamás había visto esa salsa y el envase no era hecho en Mexico, pero igual nos sentimos orgullosos. El que el nombre de nuestro país y la fama de sus chiles picantes llegarán a una región tan lejana del Tíbet era razón para ponerme feliz.

Era obvio que los Chinos usaron la imagen y el nombre de México para resaltar el sabor y lo picante de la salsa, porque yo jamás había visto ni probado ese tipo de salsa tan picante y la imagen de este mexicano con sombrero sacando la lengua de emoción por el sabor de la salsa, tampoco había pasado ante mis ojos nunca antes.

Ahí quedó ese pueblo en las montañas remotas del Tíbet-Chino y yo me llevé para la eternidad, la alegría de saber que a los chinos les gusta el chile mexicano, y que hasta el lugar más lejano del mundo por donde he caminado también resalta el nombre de México mi tierra natal, y la fama de su chile picante.